El ataque aéreo de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán reavivó el debate sobre qué tan difícil es fabricar una bomba nuclear en 2025. Si bien Washington afirmó haber destruido el programa, las analistas indican que Teherán solo se habría retrasado por unos meses, no detenido.
Irán podría avanzar en su programa nuclear pese a los ataques. Expertos explican los pasos para fabricar una bomba nuclear y la importancia de la diplomacia.
El ataque aéreo de Estados Unidos a instalaciones nucleares en Irán reavivó el debate sobre qué tan difícil es fabricar una bomba nuclear en 2025. Si bien Washington afirmó haber destruido el programa, las analistas indican que Teherán solo se habría retrasado por unos meses, no detenido.
Construir un arma nuclear requiere de años de trabajo, tecnología avanzada y superar obstáculos técnicos y políticos. Irán, con décadas de sanciones internacionales y experiencia en energía nuclear, es un ejemplo clave para entender este proceso.
Matthew Fuhrmann, profesor de ciencias políticas, explica que el primer paso es obtener material fisible, como uranio enriquecido o plutonio especial para armas. Esto implica extraer, procesar y enriquecer el uranio o irradiar uranio para separar el plutonio; un proceso complejo, caro y vigilado por la comunidad internacional.
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Scott Sagan, especialista en seguridad y cooperación internacional, señala que el siguiente paso es armar el dispositivo nuclear. El método más simple consiste en disparar dos pedazos de material fisible para que se junten y provoquen la explosión. Aunque es sencillo y rápido, toma años adaptarlas a ojivas pequeñas como misiles.
Finalmente, la bomba debe colocarse en un sistema para llevarla al objetivo, como un avión, barco, submarino o misil balístico. Irán apuesta por misiles de largo alcance para que su arma nuclear sea una amenaza real y creíble, señala la directora del Centro de Viena para el Desarme y la No Proliferación, Elena Sokova.
En este sentido, los analistas coinciden en que los ataques militares no detendrán para siempre el avance de estos programas, aún cuando los retrasen. Por tanto, la diplomacia y los tratados internacionales surgen como la mejor opción para evitar que más países tengan armas nucleares, pues limitan el acceso a estas tecnologías, reseña Miami Herald.
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El Universo